Como ya sabéis, me encuentro
en el valle de Tena, para pasar una temporada por aquí. Así que me parece más
que oportuno, comenzar este 2015 contando una bonita leyenda de un pico
emblemático de este precioso valle, que a mí personalmente, me tiene
ensimismado cada vez que paso por sus faldas, Peña Foratata.
Narra la leyenda, que
Anayet y Arafita eran dos dioses muy pobres a los que se les había despojado de
sus pinares, cuyos ganados escaseaban y cuyos senderos eran paso habitual de
contrabandistas. No obstante, a pesar de su pobreza, eran felices, pues poseían
el mayor de los tesoros, una preciosa hija, la diosa Culibilla.
Tal era su belleza, que
no escapaba a las pretensiones de los dioses pirenaicos. Más ella, reservaba su
afecto a sus corderillos y a las hormigas blancas de la zona, que cubrían las
verdes praderas, compitiendo en blancura con los heleros y glaciares.
El problema vino cuando
el poderoso y temido dios Balaitus, creador de tormentas y forjador de rayos,
se enamoró fervientemente de Culibilla. Naturalmente, esta lo rechazó, pues
como iba a ser feliz con un dios así.
Al no haberse visto nunca
rechazado, la ira se apoderó de Balaitus, quien quiso raptar a Culibilla. Así
pues, se presentó ante la diosa decidido a cumplir su propósito, ante las
atónitas montañas, incapaces de defender a la desgraciada diosa.
Y dice la leyenda, que en
ese momento, al verse acorralada, en un acto desesperado por defenderse,
Culibilla gritó: ¡A mí las hormigas!
Fue entonces cuando
millares de hormigas blancas acudieron desde todos los sitios del valle para
cubrir a Culibilla y protegerla del dios Balaitus que, horrorizado, emprendió
la huida.
Como gesto de amistad y
gratitud hacia las hormigas, Culibilla se clavó un puñal en el pecho para
guardarlas dentro, junto a su corazón, formándose así el forau de Peña Foratata.
Desde entonces, no hay
hormigas blancas en Formigal (nombre que proviene de formiga; hormiga en fabla
aragonesa). Además, se dice que los que suben a esta peña rocosa, pueden oír
claramente los latidos de la diosa Culibilla
Espero que os haya
gustado y que os animéis a venir a este valle donde encontrareis maravillosas
montañas de hermosas siluetas.
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