viernes, 5 de junio de 2015

Alpine Panorama Trail. Reencuentro de Erasmus y treking por Suiza (Parte 1)


Tras 4 años de espera, la semana pasada, por fin pude reencontrarme con grandes amigos de mi año de Erasmus en Finlandia. Un año, que estuvo marcado por grandes experiencias y aún mejores personas, que me llevaron a replantearme mi futuro, y gracias a las cuales decidí dar un giro radical a mi vida y tratar de vivir disfrutando de mi pasión, la montaña.

El reencuentro tuvo lugar en Suiza, donde realizamos parte de una ruta conocida como Alpine Panorama Trail, que en su gran mayoría, transcurre paralela al núcleo central de los Alpes, pero por una zona de menor altitud y mucho más poblada. Manda narices, de mochileo y tienda de campaña, por el noveno país más rico del mundo...no cantaba que eramos de fuera ni nada. 

Mi viaje comienza en Madrid, desde donde vuelo con Andrea y Nacho en dirección a Ginebra. Una vez ahí nos juntamos con Philip y disfrutamos de un buen almuerzo a la orilla del lago Leman, mientras nos ponemos al día de muchas cosas. Después, por la tarde, dejamos nuestros mochilones en el hostal donde pasaremos noche y damos una vuelta por Ginebra. 

Estos suizos si que saben hacer bancos 
Philip, Andrea y Nacho junto a la catedral de Ginebra
Observando Ginebra desde su zona alta

Acabamos el día inflados de queso hasta los topes, cenándonos una fondue y haciendo un poco la digestión junto al lago, viendo el Jet d´Eao, o chorro de agua muy alto, para los que como yo no dominan mucho el idioma de nuestros vecinos del norte.

Llenando reservas de grasa para el camino 
Lo dicho...CHORRO GRANDE DE AGUA

Al día siguiente, cogemos el tren en dirección a Vevey, en el otro extremo del lago Leman, donde nos encontramos con Diego, Elina y Ulli. Sin duda, el simple hecho de reencontrarnos ya hace que el viaje mereciese la pena. 

Por fin todos reunidos, aunque falta gente que no ha podido venir o que vendrá más adelante

Ya con todo el grupo al completo, comenzamos nuestra ruta, con la mochila a la espalda y muchos kilómetros y paisajes aún por recorrer. Nuestro primer día de caminata, transcurre por un terreno mixto de senderos y caminos asfaltados, atravesando durante los primeros kilómetros varios núcleos de población y ganando altura poco a poco. Se trata de un día de reencuentro e intercambio de historias que hacen que las horas pasen más rápido de lo normal. 

Dejando atrás Vevey, llegamos a la población de Saint Legier-La Chiesaz
Pasamos por el castillo de Blonay, a la entrada del pueblo de Blonay 
Y en la estación de tren nos encontramos con este bonito tren a vapor  
Y por fin, nos vamos adentrando en terrenos más campestres y montañosos 
A medida que subimos, observamos bonitas cumbres, tratando de esconderse tras las nubes 
Paradita de rigor para observar el paisaje y hacer unas fotos
Terminamos el día en una cabaña, que sin ser un refugio como tal y sin saber exactamente cuál es su función, nos ofrece un techo para pasar una noche bien protegidos de la lluvia, que ha empezado a caer a última hora de la tarde. Así que una vez instalados, nos pegamos una buena cena y a dormir. A juzgar por la comida que hemos traído todos y la cena que nos hemos pegado, parece que nos vayamos a pegar un viaje gastronómico.

Nuestro refugio para pasar la primera noche

Continuamos a primera hora de la mañana con el tiempo aún un poco revuelto y caminamos a través de pistas y carreteras que hacen un poco pesado el avance y que nos llevan hasta el pueblo de Les Pacots. Cuando, por fin, salimos de la carretera, realizamos una parada más que oportuna para comer, que nos libra de la intensa lluvia que ha comenzado a caer. Tras el descanso continuamos a través de senderos y caminos que nos adentran en un entorno algo más natural y montañoso, pasando junto a un bonito pico conocido como Le Moléson.

Andrea y Ulli, de camino a Les Pacots 

Estos es Suiza...vacas, verde y casitas everywhere 


Algunos de los senderos nos adentran en frondoso y bonitos bosques 


NO PASARAAAAAAS!!!!!!

Las nubes dan un toque curioso y bonito a las cumbres 

Desde la zona baja de los paredones del pico, decidimos comenzar a buscar un sitio donde acampar, y a los pocos minutos damos con un refugio cerrado. Sin embargo, un pueblerino de la zona, nos aclara que el refugio es de un amigo suyo y que no hay problema en que acampemos en la campa que se encuentra dentro del recinto.

Si bien el tiempo nos respeta mientras montamos tiendas y volvemos a ponernos ciegos en una especie de merienda-cena, de repente la niebla y la lluvia nos rodean, obligándonos a pasar la tarde en la tienda de campaña. Así que nos hacinamos los 7 en una tienda para tres personas y pasamos la tarde a base de juegos, risas y charra.

Quien dijo pasar hambre? 
Juegos de luces, en la niebla que enturbia el cielo nocturno 

La niebla lo cubre todo

Las sensaciones del viaje de momento son maravillosas. Parece que estuviésemos aun de Erasmus. Viajes así demuestran que las verdaderas amistades nunca mueren, por mucho tiempo que pase y distancia que os separe.

En cuanto a la ruta, por el momento es bonita, aunque nos esperábamos menos civilización. Parece que la dispersión de la población rural es mucho mayor que en España. No obstante es impresionante como se fusionan el entorno natural con el desarrollo de esta vida rural. Parece ser que podemos convivir con la naturaleza sin cargárnosla. Solo hay que querer. 

Continuara...














































2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. David,

    Es inevitable sentir en esta publicación todo aquello que ninguna palabra ni ninguna imagen podrá retratar nunca, todas aquellas cosas que no podemos decir porque las palabras quedan chicas frente a sentimientos tan grandes. Hoy, además de llevarnos con vos en tu mochila, lograste hacernos sentir que no hay felicidad que se pueda leer ni escribir, sino que sólo es verdadera aquella que se siente, aquella que es compartida.
    Gracias por recordarnos que reencontrarse con quienes amamos, es también encontrarnos con nosotros mismos, de nuevo.

    ¡Te quiero mucho!
    Abril.

    ResponderEliminar