Arañando el cielo desde la cumbre del Garmo Negro

Tras un invierno maravilloso viviendo entre montañas, las vicisitudes de la vida me mandan de vuelta a Zaragoza, así que, que mejor manera de despedirme de estas montañas, que con un fin de semana de grandes retos. Mañana domingo marcharemos a la conquista del Midi d´Ossau, pero hoy nuestros pasos nos llevan al Garmo Negro.

Comenzamos temprano nuestro ascenso y con los esquís a la espalda, afrontamos el primer tramo boscoso que nos lleva hasta la Mallata Baja. Desde este punto nos desviamos en dirección a la Mallata Alta y al poco tiempo paramos para que los compañeros se pongan los esquís. Si, digo pongan, porque yo sigo sin tener cuchillas para los esquís y dado el estado de la nieve me toca poner crampones y seguir cargando con los esquís.

Salida del bosque a la Mallata Baja 

Subiendo hacia la Mallata Alta con la Aguja de Pondiellos y el Garmo a la vista 

Y bueno poco más que decir, salvo que la siguiente compra son unas cuchillas. Haciendo honor al nombre de este blog, cargo hasta la cumbre (1450m de desnivel desde el parking) con los esquís a la espalda como buen sherpa. La subida se hace durísima por el peso a la espalda, así como el peso de otra noche sin dormir.

Raúl y Coque 

Llegamos a la Mallata Alta 

y comenzamos a ascender por una amplia canal 

Lo que al principio simplemente se hace duro, acaba siendo un suplicio a cada paso que doy. Pero soy consciente de que la recompensa es buena y mi mente pelea por vencer una dura batalla contra el cansancio. Los ánimos de mis compañeros me cargan las pilas cuando estas se van vaciando y un poco gracias a todo ese ánimo y esfuerzo alcanzamos la cumbre.

Uno de los muchos esquiadores de camino al Garmo, saliendo de la canal 

Ya casi llegando al collado entre el Garmo Negro y el Algas 

Raúl encara las últimas cuestas hacia la cima 

El cansancio se esfuma cuando contemplo la infinidad de las montañas, extendiéndose en todas direcciones, tratando de arañar el cielo. La abrumadora belleza del paisaje no deja indiferente a ninguno de los presentes en la cumbre.  

Infiernos en la parte frontal y Frondiellas, Balaitus, Ariel y Palas de fondo 

Nuestro destino para mañana, el Midi d´Ossau 

 

Mi querida Peña Telera

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Sesión de posturéo antes de bajar

Y por fin llega la hora de comprobar si el porteo de los esquís ha merecido la pena. Comenzamos la bajada con una nieve durísima, que nos acocota un poco de inicio, pero poco a poco la nieve, al igual que nuestra decisión, va mejorando y acabamos disfrutando de una bonita bajada, aunque con nieve un poco pesada y con muchos baches en algunos tramos, producidos por las miles de huellas de todos aquellos que suben y han subido a la cumbre.

Acabamos rato después en los coches, desechos por la dureza tanto de subida como de bajada. No obstante, hemos sido participes de otro gran día de montaña, en el que la actividad y la compañía han sido espectaculares.

Gracias a Raúl y Coque por todo y gracias a todos los que me leéis.

Raúl y Coque con los Infiernos de fondo 

Un saludo y hasta la próxima.