domingo, 8 de febrero de 2015

Descenso por el bosque de Yandel

Como muchos otros fines de semana, vuelvo a contar con la grata presencia de algunos de los amigos del club As Cimas. 

Dan las 8 de la mañana del domingo y tras haber trabajado toda la noche y haber dormido media hora, intento salir del cobijo y calorcito de la manta con la que me he quedado ligeramente indispuesto en el sofá. 

Media horita más tarde, ya con las furgos cargadas, salimos decididos a ascender el Pelopín. Sin embargo, nada más pasar el túnel de Cotefablo nos damos de morros con la cruda realidad. El dichoso viento, cuyo propósito para este año es dejar calvas las cimas del Pirineo, se ha llevado la nieve caída la semana pasada. 

Así que raudos y veloces, lluvia de ideas y…decisión final...nos vamos a esquiar a Panticosa a los bosques de Yandel. 

Nuevamente, al llegar a Panticosa surgen más problemas. Está todo a reventar de gente y coches. Tras un rato dubitativo y con algo de bajón por la situación, mis compañeros me consiguen animar para subir arriba, opción que durante la última media hora, había sido desplazada por la de volverme a dormir a casa. 


Pero el caso es que finalmente tiramos todos para arriba, ascendiendo por las pistas el tramo inicial, para salirnos fuera de las mismas en el momento en que tenemos oportunidad. Desde luego siempre se agradece evadirse y alejarse de la multitud para disfrutar del monte. 










Llegados a un refugio forestal, situado en pleno bosque, se nos marcha Gema que ha venido de raquetista y decide bajar por otra senda, para disfrutar de un bonito descenso al cobijo del bosque. Igualmente, Desi, nuestra campeona de las vueltas María, decide darse la vuelta ya que anda con la rodilla un poco fastidiadilla. 


Así que el último tramito subimos Marci, Laura, Carlos y yo, rompiendo la capa de nieve que se extiende ante nuestros esquís, y de tanto en tanto, aprovechando la huella dejada por los más madrugadores. 











Antes de llegar a la parte alta de Yandel, el viento empieza a rugir con fuerza, azotándonos toda la nieve venteada en la cara. Así que decidimos quitar focas y hacer el descenso desde ahí. 





La bajada muy bonita aunque el viento y el frío de estos días han dejado la nieve muy cambiante por lo que se hace difícil de bajar en algunos tramos, y si no que le pregunten a Carlos. 

Y nada eso es todo, espero que os haya gustado y que os animéis a esquiar, raquetear, o caminar por estos bosques mágicos situados entre Panticosa, Hoz de Jaca y el Pueyo de Jaca. 

Me gustaría acabar dando las gracias a mis compis de esquí con la siguiente frase que creo que se explica por si sola. 


"La felicidad solo es real cuando se comparte"























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