viernes, 21 de noviembre de 2014

Escalada en Peña Rueba: Via Santi Sagaste

Parece que esto va en progresión. Después de haber estado peleándome con bloques de arenisca en Albarracín y de haber salido indemne de las regletas de las Torcas de Chodes, me ha tocado algo distinto, algo más completo. Ayer, me acerqué a escalar a Peña Rueba junto con el compañero Lorenzo, donde ascendimos al mayo la mora, siguiendo la vía de Santi Sagaste. 

Peña Rueba 
Ni mucho menos quiero despreciar las actividades de las semanas pasadas, pero es otra la sensación cuando vas escalando por las paredes de conglomerado y ves que metro a metro tus pies se separan del suelo, y así un largo detrás de otro, y de repente, a pesar de que Peña Rueba no tenga la verticalidad de sus vecinos Mayos de Riglos, te ves suspendido a más de cien metros del suelo. Te sientes pequeño al lado de la pared y aún más pequeño cuando te giras y ves bosques, campos, carreteras y caminos hasta más allá de donde tu mirada alcanza.  

Observando el infinito desde la reunión 

Extraña cabezonería esta de los escaladores, que tratamos de vencer a la gravedad y ascender por donde parece que no hay posibilidad de hacerlo. No obstante, el premio merece la pena…tranquilidad, satisfacción, desconexión, sosiego…nada te altera excepto el sonido de los buitres rasgando el cielo a pocos metros de donde te encuentras.

He de decir, que en esto de la escalada no soy ningún fuera de serie, y que no me falta ese miedo a la caída, cuyo entrenamiento es mucho más costoso que el de músculos y tendones. No obstante con ilusión y el apoyo de amigos que te enseñan, como ha sido el caso de todas estas salidas de escalada durante las últimas semanas, todo se hace más fácil y aprendes poco a poco a disfrutar de esa sensación de vacío.

Y nada más os digo, que dejo de divagar y de filosofar y os enseño a continuación algunas de las fotos de la actividad. Espero que os gusten y que podáis apreciar y sentir aunque sea un ínfima parte de esa belleza de la escalada de grandes paredes. 


A y antes de despedirme, dar las gracias al compañero y amigo Lorenzo por haberse embarcado en esta nueva aventura conmigo. 

Aquí el amigo Lorenzo poniendo cara de foto 

Fotazo de curriculum 

Colgado en la reunión

Riglos de fondo 

Yo abriendo uno de los últimos largos 

Lorenzo bajando a la ferrata 

Reunión de diseño 

Y parece que esto no acaba...

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