Tras un invierno
plagado de actividades en el Pirineo, la vuelta a Zaragoza me ha impedido
seguir con ese ritmo frenético. Sin embargo, aquí estoy de nuevo para hablaros
de una nueva actividad. Esta vez no se trata de escalar paredes verticales, de
ascender a escarpadas cimas, o de deslizarse monte abajo con unos esquíes a los
pies, sino de un paseo por un paraje natural maravilloso que os dejará sin
palabras, la Ruta del flysch.
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Iglesia de San Telmo, donde se rodó parte de la película Ocho apellidos vascos |
Aprovechando un
fin de semana de visita por San Sebastián, en el País Vasco, hicimos una
escapada por varios pueblos costeros, entre ellos Zumaia, donde pudimos realizar un recorrido de gran belleza por los acantilados de Itzurun.
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La costa y el camino continúan en dirección al pueblo de Deva |
Nada más
acercarnos a la costa, los acantilados se muestran ante nuestros ojos, como un
libro abierto. Un libro, cuyas páginas nos revelan una parte importante de la evolución
de nuestro planeta. Un libro, por el que podemos caminar, dejando atrás miles y millones de años a cada paso que damos.
Un libro, que ha resistido a grandes cambios y evoluciones de nuestro planeta y
que nos narra historias sobre ellos. Un libro, que como todos los demás libros,
nos enseña cosas nuevas y cuya misma presencia, sirve como ilustración de todas
estas magníficas historias. Historias que algunos han sabido interpretar y narrar
al resto de la humanidad.
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Millones de años de evolución reflejados en una fotografía |
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Imponentes vistas del mar Cantábrico y los acantilados de Itzurun |
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Acantilados zarandeados al ritmo del mar |
Lo que ahora son
paredes verticales, en tiempos formaron parte del fondo marino. Un fondo marino
que tras el choque entre la placa ibérica y la indoeuropea se levantó, mostrándonos
lo que había ocurrido en el mismo durante años. Observamos láminas muy
diferenciadas que representan acumulaciones de estratos en ese fondo marino.
Acumulaciones que en función del material depositado dio lugar a láminas más o
menos resistentes. De esta forma vemos como se alternan láminas más
sobresalientes y duras, con otras más débiles, protegidas por las primeras.
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Playa de Irutzun |
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Playa de Itzurun |
El resultado final es una costa repleta de acantilados laminados, entre cuyas láminas se cuela el agua del mar, al ritmo de las olas.
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Olas remojando las paginas de la historia de la tierra.
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Años de historia que fluyen por estas páginas como el agua del mar |
Sin lugar a
duda, un sitio para visitar. Por no hablar de que no es, más que uno de los miles de maravillosos lugares para visitar en el País Vasco, así como en toda la costa cantábrica. Os animo a que os escapéis a verlo cuando podáis.
Un fuerte abrazo a todos los que me leéis y hasta la próxima.